En un inicio solo exístia el Ilúvatar, quién creó a los los Ainur a partir de su propio pensamiento. Tiempo déspues, el Ilúvatar comenzó a animarlos con el objetivo de que crearan temas musicales. Al principio los Ainur se reunían en pequeños grupos, pues solo entendían aquella parte del pensamiento del Ilúvatar del cual procedían, hasta que un día el Ilúvatar reunió a todos y les comunicó un tema que deberían cantar en conjunto y armonía

A medida que la canción avanzaba, uno de los Ainur, Melkor, comenzó a incluir en su parte sus propios pensamientos, que no habían sido comunicados por el Ilúvatar, provocando discordancia entre la música. El Ilúvatar, lejos de enfadarse, sonrió divertido y levantó su mano izquierda convocando un nuevo tema, pero aun así, la discordia que había creado Melkor seguía predominando sobre el resto de la canción. El Ilúvatar levantó la mano derecha, esta vez un poco más serio, convocando un tercer tema, pero todavía la discordancia no desaparecía. Finalmente, enfadado, alzó ambas manos haciendo sonar un poderoso acorde que finalizó con la música.

Entonces Ilúvatar habló, y dijo:

—Poderosos son los Ainur, y entre ellos el más poderoso es Melkor; pero sepan él y todos los Ainur que yo soy Ilúvatar; os mostraré las cosas que habéis cantado y así veréis qué habéis hecho. Y tú, Melkor, verás que ningún tema puede tocarse que no tenga en mí su fuente más profunda, y que nadie puede alterar la música a mi pesar. Porque aquel que lo intente probará que es sólo mi instrumento para la creación de cosas más maravillosas todavía, que él no ha imaginado.—

Dicho esto el Ilúvatar condujo a los Ainur hasta el vacío, donde habían creado el mundo. Algunos Ainur, maravillados por su creación, bajaron para continuar dándole forma, convirtiéndose así en los Valar,los más poderosos, y los Maiar, que poseían menor jerarquía. Sin embargo Melkor, lleno de envidia, descendió fingiendo colaborar, pero lo que en realidad deseaba era poseer el mundo y hacer de los hijos del Ilúvatar sus siervos.

De los Valar los que más destacaron fueron Ulmo, quién dio forma a las aguas, Aulë, el herrero y constructor, y Manwë, hermano de Melkor y el más noble de los Valar, señor de los vientos y de las águilas. También tomaron formas similares a las de los hijos del Ilúvatar, para comunicarse con ellos, tomando algunos formas de varón, mientras que otros tomaron formas de mujer, dependiendo de las características de cada uno y dependiendo de la labor que iban a hacer.

Los Valar comenzaron a darle forma a Eä, y más tarde a Arda, mientras que Melkor estaba en constante enfrentamiento con ellos; Si los Valar construían montañas, entonces Melkor las derribaba, si hacían mares, Melkor los derramaba, si hacían valles, Melkor los levantaba. Los Valar, comenzaron a detestar la actitud de Melkor, que se movía únicamente buscando su propio beneficio, comenzando así una guerra, que poco se sabe de ella. Sin embargo, los los Valar consiguieron formar la tierra, a pesar de que Melkor corrompiese o destruyese sus obras